miércoles, 23 de diciembre de 2020

El Plan

Los pre adjudicatarios

    Finalmente llegó el esperado día. La noche anterior, Carmela y Máximo Sottocorno habían... soñando despiertos... idealizado (como tantos otros pobres pajaritos) cómo sería la vida en su casa nueva... bajo el techo propio. Acá un pequeño jardín... Al frente la habitación de los chicos, por el otro lado la biblioteca... Bah! El lugar para la compu y los libros. Ves? Se unen al cuerpo principal que sería la construcción que se entrega y en el medio queda una entrada jardín. Un portón con rejas de estilo colonial... Y así se retiraron a sus aposentos maritales, se amaron con gran entusiasmo y cada uno en su sueño, siguió soñando con la casa. La casa que por fin sería propia.

 

    Al mediodía siguiente pasó por la casa de los Sottocorno la madre del Sr. Vallemar. 

 

    –Chicos... Chicos llegaron las listas! ¿Las vieron? A mi hijo le tocó casa... pero me parece que a ustedes no.

 

    Inmediatamente (movidos por la curiosidad, la ansiedad y el desconcierto) abordaron el automóvil partiendo raudamente hacia el ayuntamiento para así ver, en su cartelera, el tan esperado listado. Ahí estaba: como blasfema esvástica en plena sinagoga, como el retrato de un violador en la mesa de luz de la niña ultrajada, como heces caninas en medio del salón: el listado en el que ellos figuraban últimos, no como adjudicados sino de suplentes. Y... en el primer lugar haciendo bandera de la iniquidad: “Madre” Grimaldi. Seguida en supuesto orden de méritos por: Omar Malavida (y cónyuge), Noelia Comecoqui (y cónyuge), Juanjo Martell (y cónyuge), José Alfredo Colorados (y... ¿cónyuge? Si estaban separados toda la aldea lo había comentado en su momento), Armando Revoleu (y cónyuge), Sr. Vallemar (y cónyuge), Rodrigo Mendoza y noviecita además de otros incontables ciudadanos todos en absoluta simpatía con la Unidad Civil. Finalizando el listado unos pocos no adeptos a Antonov.

 

    -¿Cóóóómo?- gritaron al unísono los estupefactos Sottocorno. –¡No puede ser! ¡Es una burla! Pero ¿qué pretenden estos hijos de mil putas? ¿Qué uno abandone de una vez esta aldea de mierda? 

 

    -Ya fuera de sí mismos estaban dispuestos a atropellar a quien fuera necesario. Se introducían en el vehículo para regresar a su hogar cuando hizo su aparición desde atrás de una insolente sonrisa, Timoteo.

 

    -¿Y Máximo, qué tal?

 

    Máximo, insultos mediante, cargó contra la burla del consejero, éste advirtiendo los modos del anterior se apresuró a tomarle la mano y saludarlo “como si nada”. 

 

    – No pará Máximo ¿qué pasa?

 

    -¡No te hagas "el otro" que sabés muy bien lo que pasa infeliz! ¡Me dejaron afuera y por si fuese poco ahí en el primer lugar mirá quién está! No puede ser... ¿qué pretenden?

 

    - No Máximo... pará. Explícame que no sé qué te pasa.

 

    - Los listados... ¿no sabés nada? Vení, mirá.

 

    -¿Sabés que no? Recién me enteré... me vinieron a decir a la concejalía que habían llegado. Y recién ahora los iba a ver. No, no... no sé nada... a ver cómo que te dejaron afuera?

 

    Durante el transcurso de la conversación Máximo y esposa se subieron al automóvil. Timoteo los seguía haciéndose el inocente. Ni bien Carmela se sentó y cerró la puerta éste introdujo la cabeza por la ventanilla abierta e intentaba calmar a Máximo. Es que Timoteo Cordones sabía que se había procedido mal y sabía que eso significaba que Sottocorno “incendiaría la aldea”. Creyeron (los miembros del ayuntamiento) que el hecho de figurar suplente calmaría al revoltoso. Creyeron tal vez que éste (Máximo) pensaría inocentemente que: bueno... que las cosas se habrían hecho bien... y que le tocó así por cuestiones del destino. Más adelante Timoteo mostraría la hilacha de la que estaba confeccionado que, como era de suponer por su pronto ascenso en el partido, no era seda pura, era sí hilacha de la más ordinaria, de esa que se utiliza para confeccionar la tela de las bolsas de papa y los trapos de fregar.

 

    -Veníte el martes por la concejalía y hablamos.

 

    -Me voy Timo... - murmuró Sottocorno- ya van a saber de mí. 

 

    Y sin esperar que Cordones termine de quitar su cuerpo del vehículo, le dio gas. El automóvil se movió unos metros y luego envuelto en un rugido atípico salió a todo galope... dejando sus huellas en el asfalto.

 

    Llegaron a la vivienda casi histéricos. Comieron e intentaron dormir. A las cuatro de la tarde El nosocomio local retenía en observación a Máximo bajo un cuadro severo de hipertensión. Cerca de medianoche le dieron la externación con la recomendación de que no se haga “mala sangre”. Una vez en su casa decidió proyectar su frustración en una carta dirigida al director del periódico.

 

 

Carta de Máximo Sottocorno al diario Río Plateado

 

González Plata, 15 de septiembre de 2005

DEMAGOGIA, CORRUPCIÓN O QUÉ?

 Sr. Director:

    A principios de año se convocó a la inscripción para un plan de viviendas que el Real Instituto de Planificación de la Vivienda construiría en Coronel González Plata. Como no poseo propiedad y cumplo con los requisitos decidí inocentemente anotarme. Uno de los primeros requisitos era justificar ingresos familiares por un monto superior a los $1.150, cierta cantidad de años de residencia en la localidad, no poseer inmueble ni loteo social u otras operatorias de viviendas institucionales. 

    Hoy 15/09 se hicieron públicas las listas luego de una angustiosa y sospechosa demora y de varios –en diez días están los listados- que “amablemente” respondían los empleados departamento de inacción social del ayuntamiento a cargo de la operatoria. Mi lugar en la lista era el correspondiente al último calificado como suplente. Soy un hombre instruido y hay cuestiones que no me cierran: 

 

1) Para tabular la información de las aproximadamente120 familias inicialmente inscriptas (con reglas y requisitos claros) no es necesario un tiempo excesivo. Se cotejan datos, se suma puntaje y se asigna. Nada muy distinto al trabajo censal o al escrutinio de una mesa electoral (funciones ambas en las que debí desempeñarme). Cabe destacar que supuestamente esta información estaría para los festejos del aniversario de la localidad. (19/05)

2) Si para ingresar era necesario un monto de ingreso mínimo de $1.154 reales con 36 centavos y medio. ¿Cómo puede ser que como preadjudicados titulares haya gente que recibe subsidios alimentarios? Manipularon las preadjudicaciones o alguien roba con los planes sociales. La evidencia está a la vista. Por si algún juez ocioso quiere hacer algo.

3) Se contempló como familia, y se incluyó como preadjudicatario a matrimonios separados y con nuevos ensambles familiares ¿¡vivirá con sus dos maridos!? Eso va contra la ley, es bigamia, es inmoral. Pero desde la institución encargada de revisar y adjudicar podría tener otro calificativo.

4) Están en la lista de titulares gente que no trabaja (Vivimos en una pequeña aldea y nos conocemos), gente adjudicada con loteos sociales. Gente que tiene ingresos y capital a quienes debería darle vergüenza pedir una casa de plan.

 

    Ahora yo me pregunto: ¿Quién tiene que hacerse cargo de hacer cumplir las reglas que ellos mismos imponen? O por qué directamente no organizan los planes de vivienda, por ejemplo: Plan Amigo, Plan Amigo ll, Loteo de la Unidad Civil, y Empleados del Ayuntamiento.

    Espero que esta presentación haya sido un error (o un mal chiste). Si no... no encuentro el calificativo que le corresponda.

    Si alguien me puede dar una explicación convincente y no una fantochada como la que intentaron hacerme creer mientras miraba la lista, estaría agradecido.

 

Muchas gracias _ Máximo Aurelio Sottocorno _ LE: 12.348.913

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